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lunes, 27 de marzo de 2017

Levántate y corre! - Factores psicológicos en la recuperación de lesiones deportivas.

Levántate y corre!

Por: Adrián Garduño

Factores psicológicos en la recuperación de lesiones deportivas.



Uno de los momentos de más frustración para los deportistas es lesionarse, más allá del dolor físico, lo que más le duele al atleta es perder días, semanas, meses de entrenamientos, partidos o competencias.

A parte del físico, hay dos aspectos están científicamente comprobados que influyen en la intensidad del dolor en la lesión. En el aspecto físico depende del tipo de lesión y la zona del cuerpo donde esta se haya producido.

  • Historia Pasada: Si es la misma lesión que antes dejó fuera de algún evento importante al atleta, la lesión presentara más dolor.
  • Expectativas: Cuando se presenta una lesión por la cual el atleta no va a poder participar en la competencia que tenía planeada, el dolor aumenta.


El estrés es uno de los factores más comunes que pueden producir lesiones, ya que los músculos en un alto grado de rigidez son más propensos a sufrir desgarres, contractura o cualquier otro tipo de lesión muscular. El estrés está asociado con la lesión física (Andersen y Williams, 1988) y puede ser reducido con de empleo de técnicas de relajación, técnicas de respiración o imaginación.

Estudios realizados por Mendo (2003) explican que el entrenamiento con estas técnicas ayudan considerablemente en la reducción del estrés, ayuda a eliminar o disminuir sentimientos negativos y el dolor puede ser aliviado física y psicológicamente, estas técnicas pueden aprenderse en poco tiempo. Las técnicas de respiración resultan muy útiles para reducir estrés e incrementar pensamientos y sensaciones positivas.

Un estudio realizado con entrenadores, por Wiese, Weiss y Yukelson (1991) encontraron que la comunicación positiva, las estrategias que fijan metas realistas y los métodos para aumentar el ánimo eran técnicas psicológicas eficaces durante proceso de rehabilitación.

En un trabajo de Ievleva y Orlick (1991) se descubrió que los atletas que sanaron más rápido, fueron quienes hicieron fijación de objetivos, autoverbalizaciones positivas, control del estrés e imaginación, caso contrario con deportistas que tardaban más en su recuperación. Todas estas evidencias enfatizan la importancia de entender los aspectos psicológicos en la rehabilitación de la lesiones (Williamsy Roepke, 1993).

Los pensamientos y las emociones de los atletas influyen en el comportamiento que tendrán durante la recuperación.

Los deportistas con miedos y creencias de que el regresar a la actividad deportiva será una experiencia negativa, es más probable que tengan una mala visión de su trabajo de rehabilitación (Mendo, 2003). Los estados de ánimo negativos que ocurren durante los diálogos internos destructivos empeoran la calidad de las tareas físicas (Kavanagh & Hausfeld, 1986). Un error muy común, es el regreso a la actividad deportiva antes de que el deportista esté preparado física y psicológicamente.

La lesión de quienes no están preparados psicológicamente para un regreso seguro y exitoso, puede traer dificultades y un largo un proceso de recuperación de la confianza y del nivel de ejecución (Rotella & Campbell, 1983).Además, en este estado de no preparación física y psicológica la probabilidad de una nueva lesión aumenta.

Williams (1986) identifica un perfil psicológico para una adecuada reintegración al deporte con las siguientes características: autorregulación, aumento de la confianza en sí mismo, buena concentración con un apropiado foco de atención, autocontrol, imágenes y pensamientos positiva y compromiso.


Una buena estrategia para que el deportista se reintegre a los entrenamientos y a la competición, deberá pasar por el entrenamiento en habilidades -durante la rehabilitación- que estimulen la aparición de actitudes positivas, una optimización de la autoimagen, un incremento de la motivación y estimular la confianza en la intervención psicológica (Mendo, 2003).

En base a esto podemos decir que el dolor de la lesión no solo es por una cuestión física, sino que la parte emocional repercute en la intensidad del dolor. Desde mi experiencia, no hay nada que se compare a la impotencia de saber que no puedes hacer nada en ese momento por tu equipo o por la meta que tenías planteada que ahora deberá esperar para ser alcanzada.

Lo mejor que podemos hacer es disciplinarnos en nuestro proceso de recuperación para volver
más fuertes a los entrenamientos y retomar el ritmo competitivo lo más pronto posible.

La vida te pondrá obstáculos, pero los límites te los pones tu“.

Psicólogo deportivo: Adrián Garduño

Facebook: Adrián Garduño Herrera

E-mail: psic.adrian.garduno@gmail.com

Sobre el autor: Adrián Ricardo Garduño Herrera, es egresado de la licenciatura en psicología general por la Universidad Iberoamericana, cuenta con un taller en “ Planeación estratégica del entrenamiento deportivo” y un diplomado en “Psicología del deporte”, ambos por el Instituto Milton Erickson de Tijuana. Ha trabajado para Sparta 55 en el área de Mental Training y actualmente labora para Health Fitness como psicólogo clínico y en Elite Training Center como psicólogo deportivo.
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